Fuente: DiariodelAltoaragon.es
HUESCA.- "Los sindicatos somos el servicio de urgencias de los trabajadores" afirma Ángel Laguarta, que el viernes se despidió de sus compañeros como responsable de UGT en la provincia de Huesca. Afiliado a la Unión General de Trabajadores desde 1980 -sólo un año antes se constituyó la Secretaría General en Monzón-, deja atrás 29 años de su vida en la primera línea del sindicalismo. Se despide "satisfecho" por el balance de todos estos años. "Ha pasado el tiempo muy deprisa, demasiado deprisa. Cuando miro hacia atrás, veo todo lo que se ha conseguido desde que empezamos en la sede de la calle Sancho Ramírez, donde nos reuníamos 2 o 3 personas. En la actualidad, con más de 6.000 afiliados en la provincia, con una sede muy digna, con la recuperación de Ligüerre de Cinca y con dejar mi cargo como primera fuerza sindical me voy muy satisfecho. Quedan malos recuerdos, como el fallecimiento de compañeros en la fábrica de Harinas Porta, con la caída del sector industrial en Huesca, que fue algo muy importante cuando cerraron Albajar, Sanyo y Lamusa. Desde 1980, hemos padecido varias crisis, cada una diferente, dejando empresas cerradas…De la actual, creo que debemos transmitir un mensaje de optimismo. Hay que apostar por la educación, no sólo para los jóvenes profesionales sino para aquellas personas que están en el paro sin cualificación que les vuelva a incluir en el mercado laboral. Lo que tengo claro es que el ritmo de vida que llevábamos no volverá a repetirse. En la provincia de Huesca, tenemos una circunstancia singular: que tanto lo bueno como lo malo siempre llega con retraso. Si recordamos las crisis de los años 80 y 90, con una pérdida muy grande de empleo, vemos que poco más va a acontecer en la actual. Yo pienso que lo peor ha pasado, aunque ya se ve que las grandes mentes pensantes no tienen nada que aportar para solucionar los problemas del momento. Me duele dejar mi puesto en esta época de crisis, pero ya estaba decidido. Ahora, quedo a disposición de UGT. La organización dirá qué quiere de mí". Laguarta no olvida que todos estos años entregado al sindicato han sido posibles "gracias a la comprensión de la familia", a la que ahora dedicará más tiempo.
Estos días, tras el congreso de la UGT celebrado en Zaragoza, está recibiendo numerosas felicitaciones por su trayectoria. "Ha sido muy gratificante ver el cariño y la cercanía de la gente, la amistad que queda tras solucionar o no los problemas de los trabajadores. Se te va haciendo "costra", pero yo sigo sintiéndome mal cuando se produce el cierre de una empresa, por ejemplo".
En su despedida, ofrece algunas recetas para solucionar el futuro en nuestro territorio. "Por ejemplo, las grandes posibilidades de la agroindustria, que no entiendo por qué no despega, y el turismo bueno y de calidad". Quizá, por ello, en esta nueva etapa que comienza ahora, Laguarta, como vicepresidente de la Fundación de Ligüerre, afronta "la difusión de ese centro de vacaciones dentro y fuera de nuestras fronteras, y la conclusión de la rehabilitación". Todo un reto emprendedor.